Ingredientes

Para la base:

200 gr galletas

100 gr mantequilla

Para la mousse:

100 gr azúcar glas

500 gr nata para montar

4 láminas de gelatina neutra

zumo de dos limones

ralladura de la piel de dos limones

3 huevos grandes

Para la decoración

250 ml agua

un sobre de gelatina de limón

ralladura de la piel de un limón

Preparación

Comenzamos por preparar la base, para lo que comenzamos por triturar las galletas hasta que queden hechas polvo. Incorporamos la mantequilla ya derretida y mezclamos bien hasta que quede una masa homogénea. 

Cubrimos el molde que vayamos a utilizar con una hoja de papel para hornear. Es importante que el molde sea desmoldable, para poder sacar el pastel una vez terminado sin peligro de que se nos rompa. 

Cubrimos la base del molde con la masa de galletas, repartiéndola bien de forma que quede uniforme por toda la base. Una vez terminada, la llevamos a la nevera mientras vamos preparando los siguientes pasos. 

Pasamos a realizar la mousse. Comenzamos por poner a hidratar nuestras hojas de gelatina neutra en agua fría para que se vayan hinchando y se ablanden. A continuación separamos las claras y las yemas y montamos las claras a punto de nieve junto a una pizca de sal. Reservamos.

Añadimos el azúcar a las yemas, batimos bien, incorporamos la piel rallada y el zumo de limón y volvemos a mezclar hasta que todos los ingredientes queden bien integrados. Añadimos las hojas de gelatina bien escurridas, batimos bien y  reservamos.

En otro recipiente montamos la nata. Es aconsejable que la nata esté bien fría en el momento de montarla, para conseguirlo más rápidamente. 

Añadimos a la nata la mezcla de huevo, poco a poco y en movimientos envolventes. A continuación añadimos las claras a punto de nieve y mezclamos todo bien. Cuando todos los ingredientes estén bien integrados vertimos la mezcla en nuestro molde sobre la base que ya habíamos preparado.  Llevamos a la nevera y dejamos enfriar aproximadamente dos horas para que cuaje bien.

Una vez pasadas las dos horas de reposo, podemos comenzar por el último paso de nuestro pastel, comenzamos con la decoración. 

Calentamos los 250 ml de agua hasta que el agua esté templada, a continuación añadimos la gelatina en polvo y removemos hasta que se diluya. Una vez disuelta, dejamos que se enfríe un poco, pero sin que llegue a cuajar. 

Cuando se haya templado, sacamos la mousse que tenemos en la nevera, le añadimos por encima la mezcla de gelatina y volvemos a meterla en el congelador entre 8 y 10 horas antes de servir. 

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